Nací el 1 de mayo de 1990 en Lima, Perú, pasé mi infancia e inicios de mi juventud en talavera de la Reina de Andahuaylas, una ciudad mágica donde comencé a escribir en mi niñez, aunque no tenía fácil acceso para la compra de libros me las ingeniaba para leerlos en la biblioteca del convento o ir a la casa de mis compañeros con tal de poder darles una ojeada a los libros que pudieran tener. Escribir parecía más una profesión para personas pudientes y muy estudiadas lo cual me desanimaba un poco, pero cuando leí la biografía de José María Arguedas y sus historias, comencé a darme cuenta de que tal vez habría la posibilidad de cumplir los sueños incluso de las personas que supuestamente están destinadas a solo ser obreros. En honor a Arguedas pues puse un nombre en quechua a mi libro.
Mi juventud la pase en una muy fría ciudad llamada Cerro de Pasco y me puse a estudiar ciencias de la educación en la universidad del lugar, fue allí donde descubrí algo increíble: que el conocimiento es para todo aquel que quiera dejarla pasar y abriera las puertas de tu mente. Empecé a escribir esta historia a los 16 años y la terminé a los 20. Es la historia que más aprecio y por lo tanto seguí escribiendo las secuelas hasta hoy, teniendo guardado el silencioso deseo de poder verla publicada algún día y realizar mi sueño de convertirme en escritor. Acepto que aún tengo demasiado por aprender pero el solo hecho de caminar este largo camino es sumamente interesante y no quiero dejar de seguirlo y poder deleitar a los lectores con esta historia.